La palabra latina addictus
servía para designar, en tiempos muy antiguos, a un tipo muy concreto
de esclavo: al que al principio era un hombre libre, pero había sido
adjudicado a otro mediante un acto legal. La adicción es ese acto que te
somete a otra voluntad. La medicina y el derecho se han esforzado por
establecer fronteras legales que tengan a las sustancias que nos someten
fuera del alcance de las “buenas conciencias”. Pero estas fronteras son
difusas, hacen parecer científico lo que en realidad es arbitrario. La
línea que divide lo legal de lo ilegal sólo separa el territorio del
poder de quienes trafican con las drogas que nos esclavizan.
Muchas de las drogas más
adictivas que existen no son ilegales. No son distribuidas por
narcotraficantes, sino por farmacéuticas, vendidas en los mostradores de
las farmacias o al alcance de la mano en el pasillo de un supermercado.
Y aunque estas drogas sean perfectamente legales, y puedan tener
ciertos beneficios, son más peligrosas justo porque la gente se abandona
al “buen juicio” de la ciencia médica y se deja llevar alegremente por
sus efectos, creyendo ingenuamente que “las medicinas sólo sirven para
curar”.
Éstas son las 8 drogas legales más adictivas:
1. Alcohol
2. Nicotina 3. Opiáceos
4. Benzodiacepinas
5. Medicamentos para tratar el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad)
6. Ambiente
7. Jarabe para la tos
8. Esteroides anabólicos
https://www.youtube.com/watch?v=zfX4qWNKcFE
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